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“No es que tenga buena mano para motilar, lo que tengo es la sangre caliente”, me dijo ella. Desde de que sus tijeras cortaron mi melena, mi pelo no ha parado de crecer. Morgan, la peluquera, me hizo dos cortes de cabello en una sola cabeza “La Cresta” y “El Argentino”, pero hoy, después de quince días estoy con “El Pibe Valderrama”. Si sigo así, estaré como ella, con el cabello hasta el piso mientras me gritan por ahí “los peluqueros también comen!" Escrito por: Juan Cañola |
Peluquería Morgan
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Camello Audiovisual
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6/25/2011
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2 comentarios:
Jajaja, qué chimba de subdestino!
jajaj que lujo, allá si me puedo motilar sin que me digan que por que esos motilados tan raros... muy buen subdestino
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